lunes, 28 de enero de 2013

Rojas, enfermas y pecadoras


 


La exposición ‘Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad’ analiza el papel de la mujer desde la II República hasta la Transición prestando especial atención a la doble represión que el régimen de Franco ejerció sobre ellas por “rojas” y por “liberadas”.
ALEJANDRO TORRÚS Madrid 13/01/2013
Retrato de Pilar Primo de Rivera incluido en la exposición 'Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad'

Retrato de Pilar Primo de Rivera incluido en la exposición ‘Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad’

Rapadas al cero para censurar su ‘libertinaje’ y purgadas con aceite de ricino para depurar su “alma tóxica”, miles de mujeres fueron exhibidas por las calles y plazas del país durante los años de guerra civil y posguerra. El castigo del franquismo sobre las mujeres fue doble. Por “rojas” y por “liberadas”. La dictadura exigió a las mujeres un exceso de virtud que encarnara un modelo de decencia y castidad que limpiara la degradación moral republicana.
Es imposible determinar el número de mujeres represaliadas a lo largo de la dictadura. Historiadores como Fernando Obregón han documentado la muerte de 116 mujeres en Cantabria desde 1937, cuando la provincia fue tomada por Franco. En Burgos, casi 500 mujeres murieron en la cárcel a manos de los franquistas y en la cárcel de Ventas (Madrid) está documentada la presencia de más de 5.000 reclusas republicanas, a pesar de que su capacidad sólo era para 450 personas.
Sus historias fueron silenciadas durante años por la ideología oficial del régimen. Sobre ellas recayó  la responsabilidad de “regenerar la patria”. Catalogadas como individuas de dudosa moral, su acceso a la ciudadanía fue castigado ejemplarmente durante la dictadura a través de cárcel, violencia, exilio, silencio o uniformidad.
“La forma de castigar al hombre era el exterminio. Se fusilaba a gran parte de los hombres de una población, por ejemplo. Con la mujer se buscaron castigos más ejemplares. En lugar de ir a por todas, se castigaban a unas pocas de manera pública. La exposición pública del rapado o del ricino marcaba a las mujeres por vida. Un método devastador y efectivo”, explica Raquel Osborne, doctora en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.
 Sobre ellas recayó  la responsabilidad de “regenerar la patria”
Con el objetivo de recuperar una parte fundamental de la memoria de España y de cubrir la historia de género de las mujeres en el período del franquismo, el Ateneo de Madrid acoge hasta el 10 de febrero la exposición Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad (1930-1980). Una exposición realizada bajo el prisma de la memoria y que recoge diferentes elementos como fotografías, vídeos, cuadernos de escuela o vestidos que muestran la represión física y psicológica de la mujer, muchas veces invisibilizada al hablar de la represión fascista.
“La disciplina histórica, una disciplina bastante patriarcal, hecha por hombres y durante mucho tiempo para hombres, tiene unos elementos de construcción metodológicas que han invisibilizado todo el trabajo o la existencia de las mujeres. En toda la resistencia antifranquista las mujeres tuvieron un amplio activismo de base, pero ese activismo no implicaba hacer de espía en Francia o exiliarse. Eran las hermanas, mujeres o parejas de los actores”, explica a Público la investigadora María Rosón, comisaria de la exposición junto a Raquel Osborne.

Pilar, la hermana del ausente

La represión de la mujer, no obstante, no se limita a la cruda posguerra. Sobre ellas se pretendió cimentar el nuevo régimen nacional católico de Franco. Monjas y falangistas de la sección Femenina trataron de domesticar a las mujeres para ajustarlas al modelo de madres y esposas sacrificadas. Los tres ejes sobre los que se cimentaron su educación resumen el papel que el régimen tenía planeado para ellas: “formación del espíritu nacional, labores y gimnasia”.
“Las mujeres pueden considerarse como los ejes de la dictadura de Franco. A pesar de ser una dictadura paternalista recae un peso enorme en esa idea de mujer como madre, mujer sana y buena esposa. La mujer debía ser una especie ‘superwoman’ capaz de hacerlo todo: cuidar a los hijos, atender al marido, llevar la casa, ser buena cristiana y conocer la doctrina franquista”, analiza la investigadora María Rosón.
Para crear esta mujer “dócil y casta” al servicio del varón y de la patria, la Sección Femenina de Falange, dirigida por Pilar Primo de Rivera hasta su fin en 1977, recibió el encargo oficial de formar a las mujeres españolas en todos los campos de actuación convirtiéndose en la única organización institucional dedicada a las mujeres durante la dictadura.
 “Las mujeres podían considerarse como los ejes de la dictadura de Franco”
“La Sección Femenina de Falange estuvo dirigido todo el tiempo por Pilar Primo de Rivera, la conocida como la hermana del ausente [José Antonio]. Los mandos de esta organización estaban copados por una comunidad de mujeres independientes, solteras y sin hijos. Aquí radica su principal contradición, de la que se hace eco la cultura visual presentada y que tiene que ver con el mando, la acción y la masculinidad, muy alejada de los valores tradicionales que promulgaban”, explica Raquel Osborne.

El cuerpo femenino, un bien público

La liberación y el acceso de la mujer a la ciudadanía que se vivió en el mundo occidental en el período de entreguerras, en España tuvo su reflejo durante el período de la II República. Es en este breve lapso de tiempo cuando la mujer consigue acceder a derechos inalienables como laeducación, el trabajo, el voto o el divorcio.
La mujer ideal del franquismo, según asevera la catedrática Osborne, se construye en oposición a esta mujer moderna, ciudadana y republicana. “El pecado está siempre presente en la mujer franquista. Su actitud debe regirse por la moral católica más intransigente”, explica.
Fruto de esta mentalidad, el cuerpo de la mujer se convierte, si es que no lo era ya, en un objeto público del Estado. El régimen franquista trata de llegar a los lugares más íntimos de la vida de las mujeres como la sexualidad, las relaciones matrimoniales o hasta el corte de pelo. “El fascismo consigue inmiscuirse en todos esos espacios de la privacidad de las personas”, añade María Rosón, que asevera que sobre la mujer se instaló el triángulo represor de pecado, enfermedad y femineidad.
Las expresiones de esta mentalidad ultra del pensamiento católico llegan hasta la actualidad, tal y como afirma Rosón. 37 años después de la muerte de Franco, el Estado continúa intercediendo en la libertad sexual de la mujer y las decisiones sobre su cuerpo.
Hay ciertas políticas en la actualidad que recuerdan a otros tiempos. La idea del control sobre el cuerpo de la mujer está presente en temas como el aborto y la ley del ministro Gallardón. No obstante, el control formal y moral sobre la mujer sigue estando presente en nuestra sociedad y se percibe en lugares tan comunes como las redes sociales”, analiza Rosón, quien considera que los ejercicios de memoria histórica que plantea la exposición son fundamentales para destapar “la represión” y “recuperar la memoria” de una parte del pasado que fue silenciado.
“Para ver que nuestro pasado está muy presente en la mentalidad del presente sólo hace falta ver imágenes tan contundentes como a Cospedal con mantilla”, sentencia Rosón.

Caídos por Dios, por España… y por el dinero

diciembre 30, 2012

Entre 1936 y 1945, el bando franquista realizó, sólo en Andalucía, 61.958 expedientes de incautación de bienes y responsabilidades políticas y recaudó solamente en multas políticas 115 millones de pesetas de la época.  A esta cifra hay que sumarle el valor de las fincas y las más de 9.500 incautaciones de bienes registradas

ALEJANDRO TORRÚS Madrid 30/12/2012
José Castilla, hijo de fusilado. Fotograma del documental 'El precio de la derrota' editado por la asociación Rocamar.

José Castilla, hijo de fusilado. Fotograma del documental ‘El precio de la derrota’ editado por la asociación Rocamar.

José Enciso Amat murió en 1938 en el campo de batalla en Murcia. En 1940, en aplicación de la Ley de Responsabilidades Políticas, fue condenado a pagar 12.000 pesetas de multa. Poco importaba que él ya estuviera muerto. Su familia debía pagar por él. Su viuda no pudo pagar la sanción y la farmacia que regentaba fue intervenida por el Estado franquista, quien colocó un administrador al frente del negocio familiar, que pasó a cobrar 10 pesetas diarias. La familia estuvo pagando la multa hasta el año 1951 en pagos fraccionados de 3.000 pesetas. Hasta entonces las cuentas bancarias, créditos y demás pertenencias estuvieron inmovilizados.
El caso de José Encino se repitió por toda la península. Más de 200.000 familias sufrieron en España la investigación, retención o expolio de sus bienes en un país que en 1940 rondaba los 26 millones de habitantes. La región que más daño sufrió en este aspecto fue Andalucía. Un grupo de 32 investigadores de ocho universidades andaluzas, financiado por la Junta de Andalucía, ha rescatado de los comités de incautación y los tribunales de responsabilidades políticas de Andalucía 61.958 expedientes personales de incautación y expropiación de bienes.
Sólo en Andalucía hay registrados 57.801 fusilamientos desde 1936 a 1945
Fernando Martínez, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería y coordinador del macroproyecto, cifra la cantidad que los vencidos andaluces de la guerra tuvieron que pagar en 115 millones de pesetas de la época. “El volumen de multas alcanza los 115 millones de pesetas de la época y supera las 9.500 incautaciones cuyo valor no se puede calcular al no haber sido estimado en la época. La represalia fue de tal envergadura y afectó a tanta gente que la Administración franquista se colapsó y en 1945 se tuvo que nombrar una comisión liquidadora que dio carpetazo a 45.000 expedientes”, explica a Público el historiador, quien asegura que 115 millones de pesetas serían en la actualidad alrededor de 345 millones de euros. “Con 200 pesetas se podía comprar un campesino una casa en aquella época”, asegura.
La investigación, liderada por Martínez, supone la primera averiguación que arroja luz sobre la dimensión de uno de los pilares de la represión franquista: el expolio de los vencidos. El otro gran pilar, más conocido por el gran público, fue el fusilamiento directo de los sospechosos con curas, falangistas, guardias civiles y alcaldes como delatores. Sólo en Andalucía hay registrados 57.801 fusilamientos desde 1936 a 1945. De ellos, 49.718 fueron fusilados republicanos y 8.083 del bando franquista.
“No fue suficiente con la represión física, es decir, matar, encarcelar, mandar a la gente a los campos de concentración ni con la depuración profesional, es decir, apartar de su  trabajo a todos los profesionales no afines sino que paralelamente se puso en funcionamiento una ley y una incautación de bienes que fundamentalmente buscó legitimar el golpe de Estado, controlar a los enemigos del alzamiento y financiar el golpe”, explica Martínez.

Los primeros saqueos

Al inicio el saqueo y las incautaciones se produjeron de manera espontánea. Las tropas africanistas estaban acostumbradas al saqueo de bienes en Marruecos y cuando llegaron a España procedieron de la misma manera a la par que se iniciaron los primeros fusilamientos sin ningún tipo de control. Este ritual se repitió hasta que comenzaron a incautar bienes a familias de derechas que denunciaron estos saqueos y provocó que el cabecilla sublevado Queipo de Llano interviniera en la cuestión.
Queipo de Llano impuso a quien se podía incautar y a quien no
El 18 agosto de 1936, Queipo de Llano lanzó el bando de incautaciones en el que se decía a quien se puede incautar y a quien no con el “fin de reparar en lo posible los daños y perjuicios ocasionados en los servicios públicos”. Así, se disponía que se podía incautar bienes a las personas que “pertenecieran a partidos políticos” del Frente Popular, los que propugnaran la necesidad de la “desaparición o debilitamiento de la nación española”, los que se opusieran al levantamiento militar y los periodistas que hubieran publicado a favor de la República.
De esta manera, y según los datos del estudio, los más afectados por ocupación fueron los trabajadores del sector primario (jornaleros, labradores, agricultores, campesinos, mineros), con un 58,5%% de los encausamientos; después el secundario (panaderos, electricistas, carpinteros, obreros, albañiles, etcétera), el 22,1%; y, por último, el terciario (empleados, comerciantes, maestros, militares, etcétera, abogados), con el 19,1% de los expedientes.

El delito de ser político

El bando de Queipo de Llano pasó a ser ley antes incluso del final de la guerra civil, en febrero de 1939. La Ley de Responsabilidades Políticas significó el encarcelamiento, la represión e incluso la muerte para aquellos que durante la primera experiencia democrática en España, la II República,ejercitaron el derecho constitucional de pertenecer a sindicatos o partidos políticos.
Azaña fue multado con 100 millones de pesetas y todos sus bienes fueron incautados
Muestra de ello, es la brutal represión que sufrieron los cargos políticos desafectos. Cayeron todos, la mayoría alcaldes y concejales. Entre los diputados a Cortes las multas fueron descomunales. Manuel Azaña fue multado con 100 millones de pesetas y todos sus bienes fueron incautados. En Andalucía, la mayor multa fue para el diputado Vicente Uribe que fue castigado con 25 millones de pesetas, que nunca pudo pagar. No obstante, todos sus bienes fueron incautados por el nuevo Estado franquista.
En 1945 la histeria represora del nuevo régimen era imposible de continuar, pero la represión política no decayó. Todas las penas impuestas debían cumplirse hasta el último día de cárcel o hasta la última peseta de multa.
“Había 17 supuestos delictivos por los que se abría expediente, entre ellos tener abierta una causa militar o haber representado a los partidos del Frente Popular, haber permanecido en el extranjeromás de dos meses durante la Guerra Civil, o la excitación o inducción a la comisión de actos que indujeran la responsabilidad política”, explica a Público Martínez.
Los políticos más afectados por las incautaciones fueron los afiliados a PSOE y UGT
Los políticos más afectados por las incautaciones, según la investigación coordinada por Martínez, fueron los afiliados a PSOE y UGT. Un 51% de los políticos que perdieron todas sus posesiones pertenecían a este partido o al sindicato. El 15,18% estaban afiliados a la CNT; el 9,77 al Partidos Republicanos y el 8,88% al PCE.
La naturaleza de los bienes incautados oscila entre la expropiación de fincas rústicas y/o urbanas, el mobiliario de las viviendas, los ajuares domésticos, los bienes semovientes, es decir, los animales de corral, carga y tracción o las cooperativas de casas de obreros. El valor de estas incautaciones es imposible de determinar.
El nuevo Estado se apoderó también de inmediato de los haberes de los partidos, sindicatos y organizaciones opuestas a la rebelión militar. Una vez restituida la democracia, tras la muerte de Franco, estos bienes fueron devueltos a los partidos políticos y sindicatos. A los particulares, sin embargo, nunca.

Una vida incautada

Este es el caso de Virgilio Castilla, presidente de la Diputación de Granada en 1936. Apenas dos días después del golpe de Estado de julio fue detenido el día 20. El 1 de agosto, fue juzgado por un consejo de guerra sumarísimo y condenado a dos penas de muerte por “rebelión militar, provocación, inducción e instigación a la rebelión”, y por insultos a la fuerza armada, considerando la sentencia que preparaba “un amplio movimiento subversivo para implantar en la ciudad las doctrinas ruso-marxistas más avanzadas y por medio del terror”. Unas horas después, en la madrugada del 2 fue llevado al cementerio y fue fusilado.
“Poco después de la muerte de mi padre, las fuerzas de Franco fueron a mi casa y nos embargaron todo”
“Tras enterarse de la condena, lo único que me dijo mi padre es que con una condena a muerte hubiese bastado”, recuerda para Público José Castilla, de 83 años, hijo de Virgilio. Tras el asesinato de Virgilio, la familia recibió una nueva notificación del Gobierno de Franco. Acorde con la Ley de Responsabilidades Políticas, la familia debía pagar 250.000 pesetas al Estado de sanción por pertenencia a un partido político. La muerte, una vez más, no era suficiente.
“Recuerdo como poco después de la muerte de mi padre, las fuerzas de Franco fueron a mi casa y nos embargaron todo. Desde el frigorífico a las sillas del despacho de mi padre. Nos dejaron a mi madre, a mi hermana y a mí absolutamente sin nada.Pudimos sobrevivir gracias al padre de mi madre que nos daba un dinero semanal para comer”, apunta José Castilla.
Finalmente, la familia de Virgilio pudo satisfacer la multa de 250.000 pesetas. Para ello, el hermano de Virgilio liquidó la empresa de textiles que regentaba junto a su hermano fusilado. “Mi padre, junto a su hermano, era el creador de lo que después fue el negocio de Galerías Preciado o El Corte Inglés. Hacíamos trajes a medida. El negocio era fantástico y ya tenían sucursales en Murcia, Córdoba y Almería”, explica José, hijo de Virgilio y catedrático de Medicina legal y Forense.
Lo incautado a la familia de Virgilio Castilla está valorado en 262.832 euros
La familia consiguió la reparación de la memoria de Virgilio por resolución del Ministerio de Justicia en 2007. En 2010, reclamaron al Estado la devolución de los bienes incautados a su familia por el Estado franquista valorado en 262.832 euros según informe pericial. Sin embargo, el Gobierno socialista negó el derecho de la familia a la indemnización por daños y perjuicios en resolución firme del 15 de julio de 2011 al considerar que los hechos delictivos ya habían prescrito. “La ley de Memoria Histórica no ha servido para nada”, resume José.
La Ley de Responsabilidades Políticas se justifica mediante la afirmación de que “los causantes de los males de la patria han de pagar con sus pertenencias”. Los llamados rojos pagaron con sus bienes e incluso con su vida. La democracia, sin embargo, no les ha devuelto nada. Ni siquiera un simple y gratuito perdón.
http://www.publico.es/448132/caidos-por-dios-por-espana-y-por-el-dinero

Más de 12.000 represaliados figuran en la web de la memoria histórica de Alicante

diciembre 16, 2012
Francisco Sevillano, Francisco  Moreno y Glicerio Sánchez
La recién inaugurada web “La memoria recuperada: represaliados del franquismo en la provincia de Alicante” recoge más de 12.000 víctimas de la dictadura.
LCV. Alicante / 14 de diciembre de 2012
Así lo detallaron Glicerio Sánchez, catedrático de Humanidades Contemporáneas, Francisco Sevillano, responsable del proyecto y Francisco Moreno, miembro de la Comisión Cívica, durante la presentación del nuevo portal celebrada anoche en la Sede de Alicante.
Un proyecto que como el catedrático señaló “supone un gran fondo documental tanto para investigadores e historiadores, como para estudiantes y sociedad en general”. Una base abierta que poco a poco irá actualizando e incluyendo muchos más datos de todos esos represaliados
que, en el ámbito de la provincia, fueron castigados por su colaboración, pertenencia o relación con partidos políticos, sindicatos, minorías étnicas, sociedades secretas, logias masónicas y grupos de resistencia, así como por el ejercicio de conductas vinculadas con opciones culturales, lingüísticas o de orientación sexual.
Entre los contenidos de “La Memoria Recuperada” se encuentran detallados cada caso con nombre y apellidos, expedientes judiciales, sentencias, de que fuente procede la información – ya que se han revisado informes y documentos de la guardia civil, militares y ayuntamientos, entre otros, pertenecientes de distintos archivos históricos-, así como biografías y fotografías de los personajes más destacados. Cabe señalar que el mayor número de represaliados eran de entre 30 a 39 años, agricultores y jornaleros, que fueron sentenciados a inhabilitación, en un 35% de los casos, prisión en un 25% y a muerte en un 18%, entre otras.
Durante la presentación Sevillano fijó que se pretende ampliar la documentación hasta las 20.000 víctimas estimadas. Por su parte, Moreno insistió “en que esta web es solo una parte de la deuda moral con las personas que lucharon por la libertad”.

Hasta enterrarnos en el mar

diciembre 16, 2012

Por JUAN JOSÉ TÉLLEZ

De seguir vivo, Rafael Alberti habría cumplido hoy ciento diez años. Al menos, en el Paraná de la otra vida, se ha ahorrado el disgusto de comprobar que en vez de enterrar en el mar a los males eternos de este país, la versión más hortera y burda del capitalismo ha terminado enterrando aquí a los caballos cuatralbos de la utopía.
Mañana mismo, empezaremos a pagar las tasas judiciales para pasar de la tutela judicial efectiva a la tutela judicial en efectivo; justicia para pobres, justicia para ricos y para las aseguradoras que pleitearán hasta dejar con la cartera exhausta a sus demandantes. A este paso, los presos terminarán pagando el sueldo a los funcionarios de prisiones o los millonarios aliviarán sus condenas por prevaricación con impuestos forzados: se librarán de la trena como antiguamente se libraban de la mili, a cambio de cubrir parte del presupuesto para la confección de togas y birretes. Al fin y al cabo, los directivos de Bankia acuden ya al banquillo en coches de lujo. Rescatamos a los bancos pero que se pudra Juan Panadero. Esta justicia de Alberto Ruiz Gallardón bien merecería titularse El Adefesio: después de militarizar los registros civiles y entregarlos como rehenes a los registradores de la propiedad serán estos quienes habrán de expedirnos en el futuro inmediato nuestra fe de vida, los certificados de nacimiento y defunción. Lo más lógico, hasta cierto punto. Quien no tiene nada, poca vida puede quedarle, en un tiempo donde mandan los ángeles avaros.
Dentro de nada, los enfermos crónicos costearán las ambulancias. El joven Alberti padecía una dolencia pulmonar que estuvo a punto de acompañarle de por vida o de por muerte. En aquellos tiempos, él tenía que pagarse el viajecito desde Madrid hacia los aires limpios de la sierra de Guadarrama, en donde exiliarse de la tuberculosis. Pero desde entonces hasta hoy se supone que han pasado noventa años y, a lo largo de las décadas, revueltas, guerras y posguerras, recorría el mundo un fantasma llamado la seguridad social, que durante la transición se convirtió en un sistema de salud público, gratuito y universal al que nosotros le llamábamos camarada.
En otro tiempo, cuando ya empezaba a ser un poeta en la calle, Rafael sabía que los ángeles malos querían desahuciarnos y alquilar la casa de nuestra dignidad a los viejos señoritos de su infancia o a los nuevos patronos de este tiempo manipulado por manifiestos, artículos, comentarios, discursos, humaredas perdidas, neblinas estampadas. Hoy, cuando volvemos a sentir heridas de muerte las palabras y los periodistas no sólo pierden un empleo sino un oficio, comprendemos definitivamente que hemos sido un tonto pero lo que hemos visto nos ha hecho dos tontos.
En esa España que dejó de galopar hace mucho, también el saber ocupará lugar: los centros privados que el PSOE disfrazó de concertados, terminarán de la mano del PP privatizando la enseñanza y condenando a aquellos que no puedan disfrutar de los colegios de pago, a un pupitre donde ningún futuro presidente de gobierno le pueda regalar a su compañero, por poner un ejemplo, la compañía telefónica. Ya no más, dentro de un rato, campos alegres de batalla, en nuestras aulas, donde los adolescentes puedan decirse entre clase y clase cúbreme amor el cielo de la boca sino la zafiedad jocosa y puritana de “los niños con los niños, las niñas con las niñas”, para que el amor o el deseo no les distraiga de la aritmética y los devocionarios. El Vaticano, peligro para caminantes, prefiere que en estos nuevos retornos de los días escolares, los alumnos comprendan el Concordato y el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María aunque olviden, a ser posible, la pecaminosa Educación para la Ciudadanía y la Constitución española.
En los comedores de caridad, los hijos de la pobreza preguntan otra vez: ¿por qué me trajiste, padre, a la ciudad? Ya no hacen falta tiranosaurios para gobernar el mundo. En los terribles días que corren, Alberti se habría vuelto a embarcar con María Teresa León, en el “Mendoza” para huir de las tropas del Banco Central Europeo como en 1940 lo hiciera de las del Tercer Reich. Y si las nubes le llevan de nuevo a donde quiera que esté el mapa de España, el poeta del Puerto podría preguntarse a donde van las pateras de juguete que vuelven a hundirse entre el Africa que se desvive y la Europa que agoniza o en donde han metido la oficina de ONU Mujeres que el Gobierno cerró esta semana porque aunque no le costaba un euro simplemente le molestaba. ¿Donde fueron las gentes de las esquinas que hace un año y pico le decían al pueblo español: está muerto y no lo sabe?
Ahora sufrimos lo pobre, lo mezquino, lo triste. Y, lo peor, es que ya no está el viejo de la gorra marinera y de la melena de plata para contarlo. Para cantarlo. No hay jinete del pueblo, ni caballo de espuma. Alguien galopa hasta enterrarnos en el mar. Y es todo la muerte si va en su montura.

Las ’17 rosas andaluzas’ descansan al fin en un lugar digno…

diciembre 16, 2012

75 años después de haber sido arrojadas a una fosa común tras ser fusiladas, los cuerpos de estas mujeres republicanas han sido enterrados en un panteón en su pueblo de origen, Guillena, en Sevilla

PÚBLICO / EUROPA PRESS Guillena (Sevilla) 15/12/2012
Los rostros de algunas de las 17 fusiladas.

Los rostros de algunas de las 17 fusiladas.EP

Los restos de ’17 rosas’ andaluzas, las 17 mujeres de Guillena (Sevilla) que fueron fusiladas en 1937 tras ser peladas y paseadas por el pueblo como un trofeo, han recibido, al fin, un enterramiento digno. Desde este sábado descansan en un panteón en el cementerio de su localidad 75 años después de haber sido arrojadas a una fosa común en el municipio vecino de Gerena. “Hoy se cierra por fin un capítulo largo y amargo que ha durado muchos años”, ha expresado en declaraciones a Europa Press, María José Domínguez, perteneciente a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ’17 Mujeres de Guillena’ y nieta de una de las ‘rosas’, Manuela Méndez.
Los restos de estas mujeres, exhumados entre los pasados meses de enero y febrero, han sido trasladados escoltados por la Policía en dos coches fúnebres desde Gerena, donde han permanecido custodiados todo este tiempo, hasta su pueblo natal. Previamente, la alcaldesa de Gerena, Margarita Gutiérrez (PSOE), ha realizado un pequeño homenaje de despedida a estas mujeres.
Tres cuartos de siglo después de su muerte, los restos de estas mujeres han entrado en el cementerio de su localidad. Allí se han reunido no sólo familiares de las víctimas, entre ellos cinco hijos que aún quedan vivos, así como nietos, bisnietos y sobrinos nietos; sino también una multitud de vecinos del municipio, acompañados también por el presidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracia (PSOE), y el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo.
En el cementerio se ha leído una poesía en su recuerdo en el lugar donde se ha destapado una placa en su honor. Posteriormente, se han depositado los restos en los distintos nichos de un panteón construido en exclusiva para ellas en la parte principal del camposanto de Guillena. Una ofrenda floral a estas ‘rosas’ ha puesto un punto y final a un acto de homenaje “sencillo y emotivo”.
Las ’17 rosas de Guillena’ fueron fusiladas al poco de triunfar el alzamiento militar como ”condena ejemplarizante” por su relación conyugal o sentimental con sindicalistas o dirigentes de izquierdas. Tras cerca de un año de investigaciones y excavaciones, los arqueólogos contratados para este proyecto localizaron en el camposanto de Gerena una fosa común donde fueron arrojadas. El 23 de enero comenzó una exhumación que terminó el 10 de febrero y donde el arqueólogo responsable, Juan Luis Castro, indicó a Europa Press que los restos presentaban evidencias de “violencia extrema”. Así, se encontró un cráneo con dos tiros, además de numerosas fracturas. También se hallaron objetos personales como un monedero, un peine, pendientes, un anillo u horquillas.

Con nombres y apellidos

Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ’19 Mujeres’ de Guillena, la mayoría de los hombres habían huido de Guillena en julio de 1936, de los que algunos fueron detenidos y fusilados por aplicación del bando de guerra, mientras que otros llegaron a Madrid, donde se alistaron en el ejército republicano.
“Las mujeres, sin embargo, se quedaron en el pueblo conviviendo con el miedo, el hambre y las desesperación de la represión que desde los primeros momentos se instauraron en Guillena”, se añade, tras asegurar que 19 vecinas de este pueblo fueron detenidas a principios de septiembre de 1937 “por el único motivo de ser hijas, hermanas o viudas de rojos”. De ellas, dos recibieron indulto, mientras que las otras 17 fueron fusiladas a primeros de noviembre de 1937 en el cementerio de Gerena.
La localidad de Guillena concedió en enero de 2012 el título de Hijas Predilectas de la Villa a estas mujeres, asesinadas en noviembre de 1937, y cuyos nombres son Eulogia Alanís García, Ana María Fernández Ventura, Antonia Ferrer Moreno, Granada Garzón de la Hera, Granada Hidalgo Garzón, Natividad León Hidalgo, Rosario León Hidalgo, Manuela Liánez González, Trinidad López Cabeza, Ramona Manchón Merino, Manuela Méndez Jiménez, Ramona Navarro Ibáñez, Dolores Palacios García, Josefa Peinado López, Tomasa Peinado López, Ramona Puntas Lorenzo y Manuela Sánchez Gandullo.
http://www.publico.es/espana/447462/las-17-rosas-andaluzas-descansan-al-fin-en-un-lugar-digno

Elche rompe con el Arxiu de la Memòria

diciembre 9, 2012

Contiene un valioso material para historiadores e investigadores relativo al franquismo.

 

Una funcionaria de Elche revisa el archivo de Sanchis Guarner. / M. SEGARRA
Una funcionaria de Elche revisa el archivo de Sanchis Guarner. / M. SEGARRA
EZEQUIEL MOLTÓ Alicante 3 DIC 2012
Primero fue el legado del poeta del pueblo, Miguel Hernández, y ahora el Arxiu de la Memòria. La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, del PP, está dispuesta a dejar perder este archivo, compuesto por más de 200.000 documentos de la transición política valenciana: 3.127 boletines de partidos políticos, sindicatos, revistas semanales de temas políticos o económicos, 1.280 libros y opúsculos vinculados a temas políticos o sociológicos y un amplio fondo de artículos de prensa. En total son 775 cajas de documentos. Acció Cultural, depositaria de este fondo, busca la colaboración de otras instituciones para salvar estos documentos del ostracismo.
El nuevo gobierno municipal, en manos del PP, ha dejado de pagar lo estipulado en el convenio, suscrito entre el Ayuntamiento ilicitano y Acció Cultural del País Valencià para la conservación de estos 200.000 documentos. Eliseu Climent, expresidente d’Acció Cultural, confirmó que el Consistorio, cuando todavía gobernaba el socialista Alejandro Soler, cumplió con un primer pago de 125.000 euros correspondiente al año 2009. Pero están pendientes otros 250.000 euros, correspondientes a 2010 y 2011. “El fondo por ahora está en Elche, pero si no pagan buscaremos otra alternativa antes de acudir a los tribunales”, advirtió Climent, que busca una nueva ubicación para estos papeles.
Sin embargo, el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Pablo Ruz, del PP, restó ayer valor a este archivo porque a su juicio “tiene un gran significado político, la mayor parte son documentos del Partido Comunista y de los socialistas”. El edil aseguró que el Ayuntamiento de Elche con una deuda de 200 millones y las “arcas vacías no puede pagar eso, cuando hay necesidades sociales más importantes”.
Ruz, no obstante, anunció que habían alcanzado un “acuerdo” con Acció Cultural para quedarse únicamente con el fondo que corresponde al archivo personal del escritor, historiador y filólogo Sanchis Guarner, compuesto por su archivo personal depositado en unas 40 cajas de cartón. El Ayuntamiento entiende que eso le pertenece por los 125.000 euros que pagaron en 2009. Pero Eliseu Climent no sabe nada. “No hay ningún acuerdo cerrado, hubo una conversación previa en la que se planteó esa posibilidad, pero el acuerdo debe ser global para todo el archivo”, aseguró el editor quien está recabando el apoyo de otras instituciones para salvar el archivo en su conjunto.
El Ayuntamiento quiere quedarse solo con el archivo de Guarner
El edil del PP arremetió también contra el tripartito de izquierdas que gobernó Elche porque “ni cuidó, ni catalogó esos fondos para que se pudieran consultar, ahora nosotros sí lo haremos con el de Sanchis Guarner”, anunció.
El Arxiu de la Memòria contiene un valioso material para historiadores e investigadores relativo al franquismo, a la oposición política, el exilio y la transición hacia la democracia en la Comunidad Valenciana, como por ejemplo, ejemplares de la revista comunista Amanecer Rojo, actas de las reuniones de partidos políticos, la fundación del PSPV o el archivo personal de Rafael Blasco.
Eliseu Climent quiere un convenio para el conjunto del archivo
El origen del archivo se remonta a los años 70, primero estuvo en la sede de Acció Cultural, luego en unos locales cedidos por el Ayuntamiento de Valencia, pero debido a la falta de espacio, en la época en la que Ricard Pérez Casado era alcalde, se trasladaron al Institut d’Estudis Catalans. Hasta que en 1999 se firmó un acuerdo con el Ayuntamiento de Elche y depositado en el archivo municipal, y donde estaba también el legado del poeta Miguel Hernández, hasta que la nueva alcaldesa del PP rompió con los herederos del poeta y se lo llevaron a una caja fuerte. La historia se repite.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/03/valencia/1354561609_834586.html

El Tribunal de Estrasburgo inadmite en tres párrafos la extensa demanda interpuesta por Fausto Canales, hijo de un desaparecido en el verano de 1936

diciembre 4, 2012
Enero 2012 delante del TS
Fausto en medio de compañeros portando fotos de  Nuestros desaparecidos delante del TS
Fausto con la foto de su padre Valerico, en medio de compañeros portando fotos de Nuestros desaparecidos,  delante del TS en enero 2012. Foto LMV.

PATRICIA CAMPELOMadrid04/12/2012
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) recibió el pasado 5 de octubre una demanda que no dejaba ningún cabo suelto. Fausto Canales, hijo de Valerico Canales-desaparecido el 20 de agosto de 1936 en Pajares de Adaja (Ávila)- demandó al Estado español ante el TEDH por la falta de investigación en la desaparición de su padre.
La formulación de la demanda corrió a cargo del equipo de juristas de Right International Spain (RIS) que asimismo incluyó informes periciales de expertos como Carlos Castresana -fiscal del Tribunal Supremo-. A pesar de cumplir con la línea argumental básica de haber agotado la vía judicial en España, el TEHD ha fulminado toda esperanza para las víctimas del franquismo al no admitir a trámite la denuncia y no permitir la posibilidad de interponer más recursos.
“La decisión es definitiva y no puede ser objeto de recurso alguno ante el tribunal, ante la Gran Sala ni ante otro órgano”, sentencia Estrasburgo en la respuesta dirigida a Canales. Con este cerrojazo, el tribunal europeo pone fin, sin justificación concreta alguna, a la búsqueda de justicia en instancias europeas en el caso de los delitos de la dictadura militar de Francisco Franco.
En tan solo dos semanas, el TEHD ha dado carpetazo al caso de la desaparición de Valerico Canales y, al mismo tiempo, ha sentado jurisprudencia en ese sentido al contabilizar ya más de una decena los casos similares inadmitidos por el tribunal de Estrasburgo. Entre el 25 de octubre y el 8 de noviembre, el TEDH deliberó sobre si admitía la demanda interpuesta por Fausto Canales. El último día, el único juez encargado de estudiar el caso optó por la inadmisión, comunicándosela al demandante mediante un escrito de cinco párrafos con el que contestaba a una extensa y argumentada demanda de cerca de 200 páginas (incluidos los informes de expertos).
Valerico Canales Jorge, padre de Fausto. Foto cedida a La M V por Fausto.
Valerico Canales Jorge, padre de Fausto. Foto cedida a La M V por Fausto.
“A las víctimas nos exigen diligencia para denunciar y hacia el Estado español no hacen ninguna consideración”
“A la luz del conjunto de elementos en su posesión y en la medida en que es competente para decidir sobre las quejas formuladas, el Tribunal ha considerado que su demanda no cumple con los requisitos de admisibilidad establecidos en los artículos 34 y 35 del Convenio”, según consta en el escrito de respuesta del TEDH. Es decir, el tribunal remite a Canales a un caso recientemente inadmitido, el del diputado socialista en 1936 Luís Dorado Luque, en el que se alegaba “falta de diligencia debida”. En ese caso, la respuesta calificó como “tardía” la demanda de los familiares de Dorado Luque por considerar que hasta la década del 2000 no habían comenzado a emprender acciones legales. “Tanto en ese caso como en las demandas presentas por la Unión General de Trabajadores y por la nieta de Juan Negrín, el tribunal utiliza los mismos tres párrafos en todas”, denuncia Lydia Vicente, miembro de RIS.
Para anteponerse a la posibilidad de que Estrasburgo se decantara por el argumento de la falta de “diligencia debida”, el equipo de juristas redactó un extenso informe y contó con pruebas periciales que explican el contexto español. “Ni siquiera han entrado a leerlo, eso es lo que deducimos”, lamenta Fausto Canales en conversaciones con Público. “A las víctimas nos exigen prontitud y diligencia a la hora de denunciar estos crímenes y hacia el Estado español, que no ha hecho nada, no hacen ninguna consideración”.
“El TEDH ampara al Estado en sus violaciones graves de derechos humanos, y a nosotros nos maltrata”, añade Fausto, cuyo padre, Valerico, fue sacado de su casa de madrugada por un grupo de falangistas y nunca más volvieron a saber de él. La familia cree que su cuerpo pudiera encontrarse en la cripta del Valle de los caídos.
Canales, que rechaza la respuesta de Estrasburgo, recuerda que lleva toda su vida investigando el paradero de su padre pero “nadie nos atendía”. El ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón sí se hizo eco de su caso y lo incluyó en el auto por el que se declaró competente para investigar los delitos del franquismo, circunstancia por la cual fue acusado por un grupo ultraderechista de prevaricar y afrontó un juicio el pasado enero por ello. “Me siento profundamente decepcionado e indignado, y rechazo esta decisión”, enfatiza Canales, a la vez que anuncia que seguirá luchando.
“Estrasburgo ampara al Estado en sus violaciones graves de derechos humanos, y a nosotros nos maltrata”
El equipo de RIS también pone en evidencia la actuación del tribunal de Estrasburgo y subraya el desamparo en el que se quedan las víctimas del franquismo, que tras esta última respuesta tendrán “muy difícil” el aprovechamiento de esta senda para ver satisfechas sus demandas de justicia y reparación. “Para Fausto ha quedado ya cerrada la vía del TEDH y, al haber acudido a este tribunal, también se cierran otras vías internacionales, como llevar una comunicación individual al Comité de derechos humanos”, aclara Vicente.
“La querella contra el franquismo que sigue su curso desde Buenos Aires es ahora el último cartucho que le queda”, apunta la abogada.
La indignación y el rechazo no paralizan a Canales que, la semana que viene, acude a una reunión en la oficina de derechos humanos del ministerio de Exteriores en el marco del primer informe periódico que España está redactando para el Comité de desapariciones forzadas de la ONU.
Miembros de este Comité llegarán a España a lo largo del próximo año, y los esfuerzos de Canales se centran en que dicho informe contemple a los desaparecidos durante el franquismo. “Aún está por resolver el asunto de los más de 113.000 desaparecidos documentados en el auto de Garzón; el Gobierno no se ha ocupado en absoluto y la justicia ha rechazado cualquier intento de investigación”, recuerda.
RIS fue invitado por Exteriores para participar en el proceso de consultas para elaborar el informe y ayudar en la coordinación con asociaciones de memoria, pero el colectivo de juristas acusa “el escaso plazo” que les ha dado el ministerio para que participen estas asociaciones.
España ratificó la Convención internacional para la protección de las personas contra las desapariciones forzadas el 23 de diciembre de 2010 y se comprometió a cumplirla contra los delitos posteriores a esa fecha. “Pero una desaparición es un delito que permanece hasta que aparece el cuerpo, por lo que no se pueden obviar los desaparecidos por el franquismo”, apunta Fausto Canales.
http://www.publico.es/espana/446811/europa-cierra-la-ultima-puerta-a-las-victimas-del-franquismo#5
Foto de 1959 (aprox) de EFE: En ella se vé claramente la caja 198.
Foto de 1959 (aprox) de EFE: En ella se vé claramente la caja 198.
En nuestro blog podéis consultar:
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2011/05/05/%c2%a1-el-valle-de-los-caidos-atrapados-estamos/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/05/22/los-restos-de-133-personas-sacados-del-valle-de-los-caidos-en-febrero-de-1980/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/07/06/el-valle-de-los-caidos-en-cnn/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/07/09/dos-jueces-devuelven-a-garzon-la-causa-contra-franquismo/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/09/03/en-pajares-de-adaja-avila-homenaje-a-diez-asesinados-por-la-barbarie-fascista-un-encuentro-lleno-de-emocion/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/10/01/el-gobierno-elaborara-un-censo-de-los-republicanos-enterrados-en-el-valle-de-los-caidos/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/12/11/fausto-canales-galardonado-v-distinciones-pablo-iglesias-de-la-ugtavila/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/02/04/vivencias-y-actividad-relacionadas-con-la-desaparicion-forzada-de-mi-padre-valerico-canales-jorge/
http://jordicarreno.wordpress.com/2008/12/04/fausto-canales-y-la-lucha-interminable/
http://lamemoriaviva.wordpress.com/?s=Fausto+Canales

Los niños de Gernika

diciembre 2, 2012

El 26 de abril de 1937, 5.771 bombas de la aviación alemana e italiana redujeron a cenizas la ciudad vasca. 75 años después, ‘Público’ recupera la memoria viva de los supervivientes del bombardeo.

ALEJANDRO TORRÚS Madrid 01/12/2012
Gernika tras el bombardeo. Centro de Documentacón sobre el Bombardeo de Gernika. Fundación Museo de la Pazde Gernika'

Gernika tras el bombardeo. Centro de Documentacón sobre el Bombardeo de Gernika. Fundación Museo de la Paz de Gernika”

Luis Irondo tenía 14 años el 26 de abril de 1937. Volvía a su casa tras terminar su jornada laboral en un banco en el que trabajaba “haciendo los recados” desde que comenzó la guerra civil. Cuando cayeron las primeras bombas Luis estaba en la plaza del Ayuntamiento. Ese día, lunes, había mercado. La multitud que se concentraba en la plaza huyó despavorida con la primera explosión. Luis, de 91 años, recuerda cómo se refugió en uno de los cuatro búnkers de la plaza: “Estaban sin terminar. No había sistemas de ventilación ni luz. Apenas podíamos respirar. Recuerdo que un señor encendió una cerilla para poder ver y se apagó por la falta de oxígeno. Pensábamos que íbamos a morir enterrados vivos”.
Andone Bidaguren estaba en su casa situado en un barrio periférico del pueblo junto a sus padres y sus cinco hermanos. Con el ruido de las primeras bombas tres de los hermanos huyeron despavoridos de la casa. Andone, que tenía nueve años en 1937, y dos de sus hermanos se refugiaron dentro de la ría. Allí permanecieron durante cinco horas. Inmóviles. Más tiempo incluso del que duró el bombardeo. “Teníamos tanto miedo que no sentíamos frío. Cuando todo acabó mi padre nos buscó y nos gritó que volviéramos a casa. Decía que si teníamos que morir debíamos hacerlos todos juntos”, recuerda a Público Andone Bidaguren, de 84 años.
“Pensaba que íbamos a morir enterrados vivos”, recuerda Luis Irondo
José Moreno, de 92 años, lo vio todo desde lo alto de una montaña cercana a Gernika, en Lemona. Era gudari (soldado del ejército vasco durante la guerra civil). Combatía como fusilero en el Batallón San Andrés. En 1937 tenía 17 años. “Sólo se podía distinguir una cortina de humo enorme y fuego. Fuego por todas partes. Yo me apunté al ejército por la impotencia que uno siente cuando ve que están invadiendo tu país, tu tierra. Teníamos que luchar para defender lo nuestro de alemanes e italianos”, rememora José para Público.
De lo que sucedió en Gernika entre las cuatro y las seis y media de la tarde de aquel 26 de abril de 1947, cuando la localidad sufrió el que fue el primer gran ensayo de un bombardeo a gran escala sobre una población civil, sobrevive el recuerdo de niños y adolescentes. La vida, para ellos, se detuvo en ese instante. De todo lo que han vivido en sus vidas lo único que están seguros que nunca olvidarán es el bombardeo de Gernika. Las palabras se les atragantan cuando avanzan sus recuerdos. Cada uno de los protagonistas sufrió este dramático episodio desde una posición distinta al otro, pero todos coinciden en un aspecto: el fuego. “Había fuego por todas partes y olía a carne quemada”, resume Luis Irondo.
Durante las semanas previas corría el rumor de que el pueblo podía a ser bombardeado. El miedo estaba más presente si cabe desde el 31 de marzo cuando Durango, localidad de Vizcaya, fue calcinada por la aviación italiana. Luis Irondo recuerda que durante su infancia nadie contemplaba la posibilidad de una guerra. “Eso eran cosas del pasado”, dice. “Durante las fiestas, un pariente de la familia, muy anciano nos hablaba de la guerra carlista y la crudeza de la guerra y mis padres le tomaban el pelo. Él repetía: ’No sabéis lo que es la guerra’. Poco tiempo después la conocimos en primera persona”, señala Luis.
Los aviones alemanes e italianos que atacaron Gernika dejaron el pueblo completamente devastado. Desde el cielo cayeron 5.771 bombas. La mayoría de ellas cilíndricas, fabricadas con piedra y con hierro. Todo Gernika, menos la fábrica de armas, ardió. La mayoría de los 6.000 habitantes con los que contaba la población se tuvo que marchar con lo puesto. No tenían una casa a la que volver. Andone Bidaguren, y su familia, permaneció en el pueblo. Al día siguiente del bombardeo, como cada día, Andone bajó hasta el pueblo para trabajar en la panadería. Ese día conoció al hijo del dueño del negocio, Ángel Santos, quien doce años después se convertiría en su marido.
Luis Orondo, por el contrario, tuvo que exiliarse junto a su familia. En Gernika ya no tenían nada. La tienda de muebles de la familia y su hogar había sido destruido. “Fuimos a Santander dondepudimos coger un barco inglés que había conseguido salvar el bloqueo marítimo de los franquistas”, recuerda. El barco los dejó en Burdeos, desde donde viajaron a París y a Bernon, posteriormente, donde se convirtió en el intérprete de la colonia española con lo poco que había aprendido en la escuela. Un año después él, su madre y sus hermanas consiguieron ponerse en contacto con su padre, que había permanecido en Euskadi, y regresaron.
Moreno vio el bombardeo desde Lemona donde combatía en el frente
A José Moreno lo apresaron las tropas italianas poco tiempo después. Tras una breve estancia en el campo de concentración de Langreo fue enviado a Zaragoza para realizar trabajos forzosos. “Nos trasladaron en antiguos vagones para el ganado con una lata de carne y un chusco de pan para cuatro personas. Ya en en el campo de trabajo hubo alguien que cantó viva Franco y yo me cagué en todos los fascistasy estuve paseándome de cárcel en cárcel durante años”, recuerda Moreno.

Imposible determinar víctimas

Aún hoy resulta imposible determinar cuántos personas fallecieron en el ataque a Gernika. La directora del Museo de la Paz de la localidad vasca, Iratxe Momoitio, explica a Público que la cifra de fallecidos varía considerablemente según el investigador. “Hay quien habla de alrededor de 250 personas y otras fuentes barajan una cifra de víctimas que supera las 1.000 personas”, explica  Momoitio.
La clave de la confusión está en que apenas tres días después del bombardeo las tropas del general Mola entraron en la ciudad e impusieron la ley del silencio. El bombardeo, según la versión oficial, había sido causado por los “rojos separatistas”. Aún a día de hoy, el Estado español no se ha pronunciado sobre este hecho. Alemania, sí. En 1977 pidió perdón. Andone aún espera que el Estado español haga lo mismo y que los muertos de Gernika puedan tener una placa en el cementerio que indica que son víctimas de la guerra.
Olvidar lo que ocurrió es imposible. Perdonar, sí. Lo sorprendente de Gernika es que mantenemos contacto con supervivientes alemanes y con víctimas del bombardeo de Dresden, una ciudad preciosa bombardeada por los aliados cuando la guerra ya la tenían ganada. Ahora también estamos en contacto con Nagasaki, que sufrió la bomba atómica. El único objetivo de nuestra unión, la de los pueblos no la de los políticos, es recordar al mundo que lo que ha sucedido en nuestras ciudades no puede volver a suceder nunca más”, sentencia Luis.
 Estado de la ciudad de Gernika tras el bombardeo. Centro de Documentacón sobre el Bombardeo de Gernika. Fundación Museo de la Pazde Gernika.

 “La historia oficial no siempre dice la verdad”

Con el propósito de conservar la memoria oral de Euskadi, el periodista Aitor Azurki publicó en 2011 el libro Maizales bajo la lluvia, una obra que traslada a los lectores al 1936 de Euskadiy narra todo lo sucedido durante los tres años de guerra civil desde la voz de los protagonistas. Once testigos recuerdan su trayectoria como combatientes en la guerra contra Franco y su posterior destino tras el fatídico desenlace de la contienda. “La memoria oral sirve para combatir la historia oficial. Se ha demostrado que la historia que pasa a los libros muchas veces no dice la verdad. Dentro de cada página de historia hay pequeñas historias que no deben perderse. Este libro trata de guardarlas para siempre.
Para ello, Azurki enlaza los testimonios de once vascos que sufrieron en sus carnes la crudeza de la guerra civil. Cada uno de ellos es de una ideología distinta pero todos ellos están unidos en un mismo eje: la República. “Realizando este libro descubrí la humanidad, las ganas de vivir y de luchar de personas que perdieron todo por culpa de la guerra y han sabido remontar y rehacer su vida sin rencor y deseo de revancha. Todas ellas tienen un áurea especial. Nos va a costar encontrar gente como esta cuando desaparezcan”, finaliza.

“Señor embajador, escribo a lápiz porque no tenemos tinta más que para el sobre”

noviembre 21, 2012
Extractos de las cartas enviadas por los republicanos españoles solicitando asilo en México
“Es muy triste tener que esconderse como si uno fuera una mala persona y el único delito que tengo es haber defendido a la República española”, escribe desde París un exiliado en una carta dirigida el 4 de abril de 1939 a la Embajada de México solicitando asilo en este país. Como miles de compatriotas, la inmensa mayoría internados en campos de concentración del sur de Francia, los refugiados exponen en ellas el drama de la derrota, las precarias condiciones de vida en la que se encuentran, la pérdida de familiares y bienes y la imposibilidad de volver a la España de Franco donde solo les espera el cadalso. Gente de todos los oficios y profesiones, que relatan su desgracia, desde quienes no tienen “más tinta que para escribir el sobre” hasta el muchacho de 14 años que quiere emigrar “para ser un hombre y no un golfo”. Unos testimonios prácticamente inéditos a los que ha tenido acceso EL PAÍS y de los que hoy publica la segunda entrega.
» Carlos Sala Franqueza, 48 años, Alicante (Champs du Bigné). “Sr. Embajador: Mil perdones por escribirle con lápiz (…) No tenemos tinta más que para escribir el sobre, debido a que no disponemos de moneda francesa y la española no la quieren (…) Dentro de la desgracia, si es que esto lo es, he forjado una ilusión: poder ir a Méjico para ensayar el cultivo del arroz (…) Soy hijo de Pego, donde se cultiva el arroz bomba de tanta fama en España (…)”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3 | Página 4)

» Miguel Samitier Rodríguez, Campo 13 (Depósito de Intendencia de Saint Cyprien). “No quiero cansarle con mi narración, porque vd. sabrá positivamente qué son estos campos de Concentración. Privados de la libertad. Aquí estoy, sr. Cónsul, esperando el día feliz, que un país quiera recogerme. Mientras tanto espero esa gran felicidad, yo, sinceramente y sonrojándoseme la cara, le pido me envíe algún dinero para poder vestirme”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

» Francisco Seut Vidal, 57 años (Hospital de Greqier, Cotes du Nord). “Sin pensamiento de bolber a mi patria por allar e enbadida por el fascismo ya que alli nos espera la orca o el precidio, pido que semire aber si se me puede dar modo de vida en este pais o trasladarme para Mejico o Rusia ya que en dicho refugio me allo solo sin familia ninguna ya que no tengo la suerte de encontrar a mis 2 hijos que (…) se allan en algun campo de concentracion o refugio de Francia (sic)”. (Ver página 1 de la carta | Ver página 2)

» Conrado Álvarez, 14 años. “Muy señor mío: me perdonarás en que metome hesta poca de libertá, en pedirle un pasaporte para Méjico. Pues me encuentro solo y le agradecería mucho. Soy agustador en mecánica tengo 14 años. Pues uste vera, quiero ser un hombre i noser el dia de mañana un golfo. Perdoneme y agame este pequeño fabor (sic).” (Ver la carta)

» Victoriano Allende Simón. “Me encuentro en este campamento en condiciones de vida verdaderamente inhumanas, durmiendo en la arena al aire libre, sin cama ni techo alguno, como miles de españoles que nos hemos jugado la vida defendiendo la democracia del mundo en nuestro país y deseo salir cuanto antes para la gran nación mejicana”. (Ver la carta)

» Emilio Ruiz. “El campo de concentración, tal como lo han concebido y realizado los franceses, nos inspira poca confianza, por temer que Francia termine por entregar a Franco a los combatientes de la República (…) Elevamos a usted nuestra angustiada súplica”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3)

» Francisco Ramón Olivar. “Soy un pobre literato, sin otra arma que su pluma y otro ideal que el de expandir la cultura a las mentes de sus hermanos”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3 | Página 4)

» Laudelino Moreno, director general de Comercio en el primer bienio de la República. “Haber sido educado en un hogar laico y republicano, manteniéndose toda la vida, con palabras y actos, fiel a los ideales de Justicia social y de Libertad; no he servido ni serviré jamás a un régimen basado en otros principios: haber estado emigrado de España los tres últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera y durante la de Berenguer tener nueve procesos por delitos contra el régimen monárquico, dos por la ley de Jurisdicciones”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

» Salvador Marín. “Nuestras mujeres, que no quisieran caer en manos de los traidores e invasores de España, sufren en los campos de concentración los rigores del tiempo, las vicisitudes propias del exilio y lo que es peor, el trato soez e indecente de la Gendarmería y senegaleses franceses. Compañeros nuestros han muerto de frío y de hambre…”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

» Remedios Manzanares Marlasca y Josefina González (Ambas de 21 años, de la Agrupación de Mujeres Antifascistas y Sindicalistas de la UGT). “Ambas tenemos el firme convencimiento de que nuestra convivencia con el fascismo es imposible y no estamos dispuestas a volver a España”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

» Emilio González. Comandante de Infantería. “Desgraciadamente los que solamente nos hemos dedicado desde pequeños a la carrera de las armas no servimos para otra profesión y por eso con toda franqueza expongo mi situación pues soy hombre curtido en la guerra pero que solo entiendo de esta y no puedo decir que voy a desempeñar otra profesión ni oficio que no entiendo”.
» Isaías de Haro. Profesor Mercantil. Funcionario del Ministerio de Trabajo (Campo de Saint Ciprien). “Soy hombre que jamás ha granjeado el favor del amigo y por consiguiente ni ahora ni nunca me he valido de buscar influencias para conseguir lo que siempre he considerado justo. Hoy que el tiempo ha pasado y que he visto que otros que posteriormente a mi solicitud han marchado ya, me permito a V. rogarle si fuera posible incluir mi nombre en las futuras expediciones. Si me conociera y viera la fe y el entusiasmo con que se lo pido tengo la seguridad absoluta que no dudaría en hacer cuanto estuviera en su mano por complacerme”.

» Antonio Gómez Zapatero, ingeniero (Residente en el Mediodía francés). “Obligado a salir de España con mi familia ante el avance de las tropas fascistas sobre Barcelona, me encuentro en Francia sin medios ni posibilidades de trabajo en Europa, teniendo la convicción de que mis ideales democráticos sinceramente sentidos han de impedirme toda actividad profesional en la España sometida a poderes totalitarios y creyendo posible el desenvolvimiento de mi citada actividad como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la noble nación mexicana acudo a V. E.”

» Carmelo Pérez Ramos. (Campo de concentración de Argeles sur Mer). “Soy hobrero y tengo experiencia en el cultivo de árboles albaricoques, melocotoneros o durasnos, peras, ciruelas y piña y otras muchas facilidades de la agricultura. Pues aquí me tienen como prisionero en un campo de concentración sin el menor motivo…”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3)

» Licesio Domínguez Lorenzo (París). “Verdaderamente es muy triste de tener que esconderse uno como si fuera una mala persona, y el único delito que tengo es de haber defendido la REPÚBLICA ESPAÑOLA”.
Elaborado por Luis Prados, Bernardo Marín, Inés Santaelulalia, Pablo de Llano, Raquel Seco, Paula Chouza y Mari Luz Peinado.
más información
http://politica.elpais.com/politica/2012/11/18/actualidad/1353272386_125431.html
Nota de La Memoria Viva:
-Sobre los campos de los refugiados republicanos en Francia  (nuestro blog): http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/01/25/homenaje-a-los-exiliados-en-francia/
-No olvideís : el viernes 23 de noviembre 2012 proyección de dos documentales y debate sobre ” La retirada” del 39: http://lamemoriaviva.wordpress.com/2012/11/19/el-exilio-republicano-espanol-en-francia/


EL EXILIO REPUBLICANO ESPAÑOL EN FRANCIA

noviembre 19, 2012

INVITACIÓN A LA PROYECCIÓN DE DOS DOCUMENTALES:
L´exode d´un peuple(Louis Llech y Louis Isambert). (25mn. Mudo)
La valise égarée(Paul Rousset) .(12mn. En francés con traducción simultanea.)
VIERNES 23 DE NOVIEMBRE A LAS 20:00H
TEATRO DEL INSTITUT FRANÇAIS
(C/ Marqués de la Ensenada, 10 – MADRID)
ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO
La valise égaréede Paul Rousset :
Un refugiado español que huye del franquismo pierde su maleta en el andén de la estación de Perpignan…
Ganó varios premios, como la Medalla de Plata del Festival internacional de Luxemburgo 2011. Con presentación de Paul Rousset.
L´exode d´un peuplede Louis Llech y Louis Isambert :
Los exiliados cruzan el puerto del Perthus y se instalan en los campos de concen­tración de Argelès y Saint Cyprien.
A continuación tendrá lugar una CONFERENCIA y un DEBATE con el público, a cargo de Placer Thibon,
Profesor de la Universidad de Toulouse-le-Mirail
www.institutfrancais.es        www.adfe-espagne.org      adfemadrid@yahoo.es

Asociación de Descendientes del Exilio Español

www.exiliados.org

asociacion_exiliados@yahoo.es

tel +34 913085394 (tardes)

—————-

Constituída en Noviembre 2002 en Madrid.

Registro de Asociaciones Nº 1711108

‘Rojos’: veinte historias de víctimas del franquismo

noviembre 18, 2012

Un documental recoge los testimonios de guerrilleros, maestros republicanos, prisioneros de los campos de concentración, exiliados y brigadistas que combatieron al franquismo en la Guerra Civil y durante la posguerra…

María Sanz / EFE Alicante 17/11/2012
Cartel del documental

Cartel del documental

Más de veinte testimonios de represaliados alicantinos por el franquismo se reúnen enRojos, un documental promovido por la Asociación de Víctimas 17 de Noviembre, que se estrena este fin de semana en Orihuela (Alicante).
Los Rojos son, en palabras de la productora del documental y secretaria del colectivo, Amparo Pérez, quienes combatieron al franquismo en la Guerra Civil y durante la posguerra, y entre ellos se cuentan “guerrilleros, maestros republicanos, prisioneros de los campos de concentración, exiliados y brigadistas”. El reportaje es un resumen de una serie más amplia de documentales en los que también se rinde homenaje al poeta Miguel Hernández como una víctima más y, aunque se centra en Orihuela, la ciudad de Alicante también ocupa un lugar destacado en el metraje como “el último reducto republicano”.
De hecho, en 1939 zarpó del puerto de esta ciudad el carguero inglés Stanbrook, con el que partieron los últimos exiliados republicanos rumbo a Orán (Argelia). En este barco, con apenas cuatro años de edad, viajaba Helia González junto a su familia, quien recuerda que la misma tarde en que su padre, el republicano Nazario González Monteagudo, “llegó del frente, nos fuimos para elStanbrook“. “Recuerdo que el capitán me cogió en brazos para cruzar la pasarela y subir al barco. Era un hombre que parecía que estaba en todas partes, no se separaba de todos nosotros ni un momento”, ha apuntado antes de añadir que al llegar a la costa argelina lo primero que recuerda es “el olor del pan recién hecho”.
En el Stanbrook viajaba también José Escudero Bernícola, un abogado oriolano que había sido gobernador civil de la República en Salamanca, Zamora y Granada, y a quien perseguían los franquistas. Su nieto, el escritor Paco Escudero, participa en el documental leyendo una carta en la que su abuelo describe la travesía hasta llegar al puerto de Orán.
Según afirma Amparo Pérez, en Rojos predomina la parte emocional de los relatos personales. Ha insistido en que se ha intentado ”dar una visión positiva” de las historias de los protagonistasya que “algunos de ellos se mostraban agradecidos por las experiencias que les había tocado vivir, por lo que habían aprendido” mientras que “otros se sorprendían de haber sobrevivido a los campos de concentración”. Además, “los que se exiliaron siempre fueron optimistas porque valoraban que haber salido del país era una suerte enorme”, ha agregado la realizadora.

MEMORIAS INÉDITAS DE ‘JALISCO’ ‘Testamento’ de un resistente

octubre 25, 2012
‘Jalisco’ en una imagen de un documental realizado por la cadena ‘24 horas’ de RTVE y en una foto de su juventud
MEMORIAS INÉDITAS DE ‘JALISCO’. F. Fernández / León
El fallecido Pedro Juan Méndez ‘Jalisco’ dejó escrito un esbozo de memorias que desvela La Crónica
Recuerdo, cuando todavía era un niño, haber visto a los primeros republicanos asesinados y abandonados al borde de la carretera. Esta marca del crimen ha perpetuado mis recuerdos que se convirtió en odio a los protagonistas”.
“Mientras Arsenio Juan (su padre) luchaba en Asturias las hordas fascistas habían saqueado la casa varias veces, unas los grupos fascistas de Vega de Espinareda, otras los de Cubillos y Cortiguera. Esta violencia y agresión fue el cotidiano de mi niñez que me ha traumatizado igual que a mi hermano y a mi madre. Mi identidad era esa, represión fascista, así se fue forjando en mi espíritu la rebeldía contra tanta injusticia”.
Son dos de los párrafos del esbozo de memorias del maquis berciano Pedro Juan Méndez, Jalisco, apenas 10 folios en los que marca las líneas generales de lo que deberían ser unas memorias que ya no escribirá pues falleció en Cacabelos, donde residía, después de una larga y penosa enfermedad que puso un cruel colofón a una vida no menos dura. Estos apuntes biográficos los conserva uno de los bercianos que más ha investigado el fenómeno del maquis en aquella comarca, Santiago Macías, también uno de los fundadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Jalisco era uno de los últimos guerrilleros vivos de la mítica partida de Manuel Girón Bazán, al irse él ya solo vive Quico, residente la mayor parte del tiempo en tierras del Mediterráneo.
En las escasas reseñas que vieron la luz a su muerte se incidía en un aspecto, cómo le marcó la muerte de su padre, también asesinado, y que completa lo que ya apunta en los dos párrafos ya recogidos. En este esbozo de memorias está presente esa trágica desaparición. Recuerda como su madre acudió a familiares residentes en Burgos y bien relacionados con el Régimen buscando evitar la muerte de su marido, el padre de Jalisco, preso en San Marcos. Una historia que recuerda mucho a la de Leopoldo Panero pero con un final muy diferente pues la madre del poeta logró la libertad para su hijo, la madre de Jalisco tuvo mucho peor suerte. “Al caer Asturias, donde él combatía, estuvo preso primero en Gijón y después en León. Procesado, le han condenado a muerte. Ante tal evidencia, mi madre pidió ayuda a sus familiares que vivían en Burgos y eran adictos al régimen franquista, para ver si su influencia podía salvarle de la muerte. Estos hicieron grandes elogios al humanismo de Franco pero no han movido ni un dedo por salvar a mi padre del fusilamiento. Quizás más bien han contribuido con su sarcasmo de que al fin y al cabo era un rojillo peligroso. (…) Así fue juzgado y ejecutado en el Polígono de Tiro de León el 19 de agosto de1939”.
Pedro Juan Méndez, nacido el 17 de diciembre de 1928 en Sancedo, tenía entonces 10 años y, como ha contado en los párrafos reseñados, marcaron su trayectoria vital. Pese a su corta edad apunta en una nota entre paréntesis de quien le mecanografió las memorias que “en esta incertidumbre de huérfano era creciente su curiosidad por las causas que había dado su padre la vida, como tantos huérfanos más el antifranquismo era ya una condición impuesta por habérseles escogido como víctimas”.
Y en esa búsqueda recuerda Pedro Juan Méndez como antes de cumplir veinte años fue entrando en contacto con la resistencia antifranquista, comenta que era difícil conectar con la oposición por la represión existente pero, señala, “se perfilaba entre los antifascistas las sutiles coincidencias y afinidades aunque aún no eran públicas”. Hasta que ya logró entrar en contacto con la guerrilla. “Hacia 1948 pude tomar contacto con una de las guerrillas que vivían y operaban en el Bierzo. Los guerrilleros que conocí en esa ocasión fueron: Alfonso ‘Pájaro’, El Gasta, Orozco y Quico. En un segundo encuentro conocí a Travesado y Chapa (…) Para no caer en manos de la policía, el 27 de octubre de 1948 me incorporé a las guerrillas. Mi primer paradero fue en casa de Gloria, Carracedo. Quedamos dos meses por El Bierzo y en diciembre fuimos hacia Cabrera, en donde conocí a Girón y su guerrilla, compuesta por Alida, Cardeña, El Bailarín, Enrique El chaval y Orozco ”.
Narra después como él se fue hacia Galicia y algunas bajas en el grupo que se fue hacia El Bierzo “por la traición de Pedro el de Berlanga en Ocero. Cayeron Alfonso y Orozco, la muerte de Alfonso me afectó mucho, ya que había sido uno de los primeros compañeros que conocí”.
Va relatando Jalisco otros pasajes repletos de muertes, de infiltrados —“Antonio el de Verín y Saúl nos buscaban, Antonio llevaba largo tiempo ausente y se le creía muerto. Tanto él como Saúl hemos considerado más tarde que hacían parte del engranaje de infiltración del enemigo que nos había ocasionado muchas caídas”—, de sabotajes, de operaciones, de emboscadas, de refriegas, de hechos que forman parte de la historia de la guerrilla —“es después del tiroteo de Corporales que nos llegaron varias noticias de José Cañueto en su desesperada búsqueda para incorporarse con nosotros, tema de engaño y de traición, como se vio más tarde ante el asesinato de nuestro entrañable compañero Girón—”, y un largo etcétera.
Es duro con Cañueto con frases como “para perfeccionar su crimen no tuvo escrúpulo en asesinar a dos de sus vecinos” o “su cobardía llega hasta a asesinar a Girón por la espalda, porque quizás le temblase el pulso la mirada de frente”.
Y llegó después la huida a Francia “con los tres que me han acompañado, Travesado, Manolo y Quico”. Remata su esbozo de memorias reafirmando sus convicciones, su lucha por “la libertad, la paz y la justicia social. Es esa identidad de la que me siento partícipe y deseo serle siempre digno”.
- Pienso que este pequeño esbozo de mi vida y de mis razones de guerrillero pueden completar los argumentos históricos que hacen por su parte mis compañeros Manolo y Quico; escribe Jalisco antes de firmar sus memorias en julio de 1987. No las acabó. Ya no las acabará.
No se trata ahora que se ha ido de ir desmenuzando cada linea. Ya hay investigaciones muy serias como las de Secundino Serrano en sus libros y ponencia, como las de Santiago Macías en ‘El monte o la muerte’, las de Daniel Álvarez e Inaki Pinedo en el documental ‘El hombre que murió dos veces’, la novela de Carlos Reigosa ‘La agonía del León’ y tantas otras. Se trata de dejar constancia de las reflexiones y los recuerdos de un huérfano, un rebelde, un guerrillero, un exiliado y un luchador, todo en uno solo: Jalisco. Y el protagonista de una bella historia de amor que tuvo un paréntesis de más de medio siglo, los que iban desde que el joven tuvo que tirarse al monte hasta que el viejo regresó del exilio y se reencontró con su antigua novia, como recordaba el ‘chascarrillo’ de este periódico cuando él se fue.
http://lacronicadeleon.es/2012/10/21/vivir/testamento-de-un-resistente-164068.htm
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La matrona de los exiliados…

octubre 25, 2012

Elisabeth Eidenbenz, una joven maestra suiza, ayudó a nacer a 597 niños entre 1939 y 1944, la mayoría hijos de exiliados republicanos que permanecían en campos de concentración en Francia, entre 1939 y 1944.

ALEJANDRO TORRÚS Madrid 20/10/2012
Elisabeth sostiene en brazos a un niño nacido en la maternidad. Imagen cedida por la asociación 'També hi son'.

Elisabeth sostiene en brazos a un niño nacido en la maternidad. Imagen cedida por la asociación ‘També hi son’.

En mitad de la desolación de los campos de concentración del sur de Francia, donde se hacinaban los cerca de 500.000 republicanos españoles que atravesaron la frontera de los Pirineos, hubo una joven maestra suiza que se dedicó a buscar y recoger a las mujeres embarazadas. Elisabeth Eidenbenz, que así se llamaba la joven, había llegado a España el 24 de abril de 1937 como enfermera voluntaria de la Asociación de Ayuda a los Niños de la Guerra y se había marchado junto a los exiliados al sureste de Francia, cuando cayó la República. Allí buscó un lugar donde crear una maternidad. Lo encontró en un antiguo palacete abandonado en la pequeña ciudad de Elna, donde fundó un espacio de paz y humanidad en medio de una Europa en guerra en el que nacieron 597 niños. La mayoría, hijos de exiliados republicanos que se encontraban en los campos de concentración de Francia, aunque también fueron atendidas madres judías que huían de los nazis.
“Era el mes de abril y por los altavoces del campo informaron de que Franco había ganado la guerra –relata Remei Oliva en el libro de la historiadora Assumpta Montellà La maternidad de Elna– ya hacía meses que estábamos rodeados de alambres, vigilados como criminales y mal alimentados. La sarna, el polvo y la arena fina se colaban por todas partes, la ropa, la comida, los ojos (…). Yo no quería que mi hijo naciera en estas condiciones. Tenía miedo de que no sobreviviera. Había visto con mis ojos cómo morían los hijos de otras mujeres”. La mortalidad infantil en los campos de concentración del sur de Francia superaba el 90%.
“En la enfermería me informaron de la apertura inminente de una maternidad para los refugiados. Se encargaba de todo una mujer muy joven, extranjera, pero no era francesa. La había visto alguna vez hablando con mujeres embarazadas. Llevaba un delantal blanco y siempre iba muy limpia, con el pelo largo recogido en una trenza replegada en un moño. Le llamaban la señorita Isabel”, prosigue Remei Oliva. El 7 de diciembre de 1939 nació el primer bebé en la recién creada maternidad. Su nombre: José Molina.
A José Molina le siguieron una larga lista de niños de republicanos exiliados. Adela Aguado, Alberto Álvarez, Azucena Baquero, Faustino Bretos, etc. Entre ellos, Celia García, que nació el 14 de febrero de 1941 y permaneció en la maternidad hasta abril de 1944, cuando soldados de la Alemania nazi clausuraron la institución. Celia, recuerda para Público desde su casa en Perpiñán lo que significó la pequeña isla de paz de Elisabeth Eidenbenz.
“En la maternidad no había judíos ni cristianos. Todos eran iguales”, recuerda Celia, quien nació allí en el año 1941
“Mi madre me contaba que cuando acudió a la maternidad fue maravilloso. Siempre decía que allí fue recibida como una persona y no como un animal, que era como se había sentido hasta el momento en Francia. Allí las madres estaban unidas y todas eran iguales. No había ni blancos, ni negros, ni judíos, ni cristianos. Todos iguales”, recuerda Celia, que señala que la maternidad es uno de los lugares más importantes de su vida, ya que fue en sus jardines donde vio por primera vez a su padre con tres años de edad.

Marruecos, el paritorio

La maternidad estaba instalada en un palacete de tres pisos construido en 1900. Un espacio de tranquilidad y relativo confort que contrastaba con la Europa de destrucción de la época. El espacio disponía de aproximadamente 50 camas, distribuidas por habitaciones de entre cuatro y ocho camas cada una. La mayoría de estas habitaciones habían sido bautizadas con nombres de ciudades españolas: Barcelona, Bilbao, Madrid, Santander, Sevilla y Zaragoza. El paritorio se llamaba Marruecos.
“Cuando llegamos a las puertas de la maternidad ya nos esperaba la señorita Isabel. La casa era preciosa y estaba muy limpia. Ella nos explicó las cuatro normas y nos dijo que las mujeres que se encontraran bien y con ánimo podían colaborar en las tareas de la casa. Quien pudiera planchar, que planchara, quien estuviera más fuerte, limpiaba las baldosas, los platos… Trabajo había para todo el mundo”, explica Joana Pascual, exiliada española en la maternidad de Elna, que recoge Assumpta Montellà en su obra.
                                                                     Sergio Barba junto a una de las enfermeras
Entre esas madres que se quedaron en la  maternidad a cuidar del resto y a ayudar en el mantenimiento del hogar está la madre de Celia, de quien heredó el nombre. “Mi madre siempre decía que en la maternidad pasó los cuatro mejores años de su vida en Francia. Después, todo fue luchar y luchar. La integración en Francia no fue nada fácil”, señala Celia.
Apenas dos meses después de Celia nació en la Maternidad Sergio Barba. Era el 12 de abril de 1941, ya habían pasado casi 10 años desde el advenimiento de la II República española y sus partidarios debían parir fuera de su país. Barba se quedó a vivir en Francia. Allí preside la FFREEE, la asociación de los hijos e hijas de españoles de Republicanos Españoles y Niños del Exilio. Barba, desde Francia, recuerda para Público la labor de la señorita Isabel.
“Mi madre siempre me habló de la suerte que tuvo de poder darme a luz en la Maternidad. Siempre decía que Elisabeth era una mujer estupenda, que cuidaba de todas y cada una de las mujeres y que había conseguido crear un ambiente caluroso, como de una gran familia. Pero lo formidable y fantástico fue que hubiese un lugar para las madres republicanas españolas y después para las madres judíos y gitanas perseguidas por los nazis”, señala Barba.

Refugio para mujeres judías

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, la Maternidad acogió también a madres judías que huían de la persecución nazi. Se calcula que nacieron allí alrededor de 200 niños judíos. La voluntad de Elisabeth de proteger a los niños y madres judíos de la barbarie alemana hizo que la Gestapo visitase frecuentemente la Maternidad. Celia García recuerda una de las visitas de la Policía alemana que le contó su madre.
“Mi madre me dio la vida. Elisabeth, la esperanza en el género humano”, dice Barba, hijo de exiliados españoles “Un día Elisabeth fue al hospital de Perpiñán y vio a una Lucie, una chica judía embarazada de 18 años. Elisabeth se la llevó a la maternidad y trató de protegerla. Pero poco tiempo después la Gestapo se presentó en la Maternidad y la reclamó. La matrona les dijo que Lucie no estaba allí, pero los alemanes dijeron que si no entregaban a la chica se la llevarían a ella y a otras mujeres presas. Finalmente, la tuvo que entregar a los alemanes. La cogieron, le pegaron, la tiraron al suelo, le escupieron (…). Eso la señorita Elisabeth no se lo pudo perdonar nunca” relata Celia.
Finalmente, durante la Pascua de 1944 el ejército alemán, en uno de sus últimos coletazos, cerró la Maternidad, poniendo punto y final a uno de los cientos de episodios olvidados de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Elisabeth desapareció entonces de la vida de los casi 600 niños a los que ayudó a nacer, aunque ellos nunca lo olvidaron.

El reencuentro

El palacete estuvo abandonado hasta que un artesano vidriero francés lo adquirió en la década de los noventa sin saber el pasado del edificio. En 2001, el artista conoció a Guy Eckstein, uno de los niños judíos que había nacido en la Maternidad, quien se acercó hasta el palacete para conocer el lugar donde había nacido. En 2002, el ayuntamiento de la ciudad le dedicó un homenaje institucional a la matrona de los exiliados, entregándole la Medalla de los Justos Entre las Naciones, otorgada por el Estado de Israel. Al acto acudieron algunos de los 597 niños a los que la señorita Isabel había ayudado a nacer.
En 2004 el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Elna, gobernado por Nicolás García, nieto de españoles exiliados en Francia que lo convirtió en un espacio de recuerdo a las víctimas de la barbarie y a la labor de Elisabeth. Sergio Barba resume en una sola frase todo lo que ha aprendido de la labor de la señorita Isabel. “Mi madre me dio la vida. Elisabeth, la esperanza en el género humano”, concluye.

Foto de familia en el reencuentro de 2002. En el centro de la imagen vestida de gris se encuentra Elisabeth.
*Actualmente se está celebrando la exposición La maternidad de l’Elna en el casal Les Monges(Roda de Berà, Tarragona). Organiza la Asociación També hi som.
 http://www.publico.es/espana/444201/la-matrona-de-los-exiliados

LA CAUSA DE GARZÓN CONTRA EL FRANQUISMO LLEGA A ESTRASBURGO

octubre 19, 2012
Valerico Canales Jorge, padre de Fausto. Foto cedida a La M V por Fausto.
Presentada en el TEDH la denuncia por un caso de desaparición forzada durante la dictadura. Se trata del siguiente paso tras la investigación de Garzón frustrada por el Supremo.
Público.es / PATRICIA CAMPELO / 16-10-2012
Cuando en febrero de este año el Tribunal Supremo cerró la puerta a la investigación penal de los crímenes franquistas en España, abrió al mismo tiempo una ventana. Con la sentencia que absolvió al ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de un caso de prevaricación por tratar de investigar los casos de desapariciones forzadas durante la dictadura, el Alto Tribunal fulminó cualquier posibilidad de recabar justicia en los tribunales españoles. Se daba, de este modo, el último paso de un itinerario obligado antes de llamar a las puertas de Europa. Ahora, una de las víctimas que formaba parte del sumario de Garzón acaba de demandar al estado español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH). Fausto Canales Bermejo, hijo de un desaparecido en Pajares de Adaja (Ávila) el 20 de agosto de 1936, ha interpuesto la denuncia ante el TEDH “por la falta de investigación en la desaparición forzada de su padre”, según informa Right International Spain (RIS), el colectivo que integra al equipo de juristas que representa a Canales en este proceso.
El escenario en el que llega esta demanda es bien distinto al que existía cuando otras víctimas interpusieron, sin éxito, denuncias similares ante el tribunal europeo. “Se trata de la primera demanda que se presenta después de la sentencia del Supremo de 27 de febrero por la cual Garzón queda absuelto de un delito de prevaricación y, al mismo tiempo, se anula cualquier posibilidad de realizar una investigación judicial en este sentido”, aclara Lydia Vicente, jurista miembro de RIS. Agotada la vía penal en los tribunales españoles, el siguiente y último paso tiene que darse en Estrasburgo. En caso de que el tribunal europeo no admitiese a trámite la demanda y no entrase en el fondo de la cuestión “desaparecerá toda posibilidad de poner fin a las violaciones de derechos y a la obtención de reparación para el demandante”, señala RIS.
Agotada la vía penal en España, el siguiente y último paso tiene que darse en Estrasburgo
Pero la formulación de la demanda, en forma y plazo según los requisitos del TEDH, otorga esperanzas al hijo de Valerico Canales.
La víctima fue sacada a la fuerza de su casa a las dos de la madrugada por un grupo de falangistas y sus restos, según sospecha la familia, podrían estar en la caja 198 de la cripta del Valle de los Caídos. Su hijo Fausto no ha cejado nunca en la búsqueda de la verdad sobre el paradero de su padre y circunstancias de la desaparición. En diciembre de 2007, presentó una denuncia ante la Audiencia Nacional con la esperanza, al igual que otras víctimas, de “que se aplicaran los mismos principios de derecho internacional utilizados con anterioridad para investigar crímenes y reparar víctimas de otras dictaduras, como la argentina o la chilena”.
Nota de La Memoria Viva: en nuestras páginas encontrareís bastante información sobre Fausto y lo ocurrido a su padre Valerico: http://lamemoriaviva.wordpress.com/2008/12/04/fausto-canales-la-dignidad-reflejada-en-un-hombre-sencillo/#comments

EL GENOCIDIO FRANQUISTA EN EXTREMADURA. Francisco Espinosa Maestre.

octubre 18, 2012
Victor Santos Asensio y Wenceslao Romero de Castilla Lopez, asesinados en Mérida.
Antecedentes
Para que podamos calibrar la dimensión de lo ocurrido en Extremadura conviene que empecemos por el principio, que no es otro que la II República. Abril de 1931 supuso un punto de ruptura muy importante para toda España pero muy especialmente para la región extremeña. Y esto por dos hechos históricos de largo efecto: por las graves consecuencias que la llamada Guerra de la Independencia (1808-1814) tuvo para Extremadura, uno de los escenarios de aquella “maldita guerra”, como se refirió a ella el historiador británico Ronald Fraser, y por un proceso que tuvo lugar a lo largo del siglo XIX por el que las tierras de aprovechamiento común que poseían los ayuntamientos y las de la Iglesia pasaron a manos privadas. Me refiero a las diversas desamortizaciones que jalonaron el siglo.
Parte de esa inmensa masa de bienes pudo dedicarse a proporcionar un medio de vida a millones de personas, pero tal cosa no solo no se hizo sino que las dehesas municipales que aliviaban la vida de los más pobres fueron privatizadas y pasaron a manos de una burguesía local o foránea que no perdió la ocasión de enriquecerse a precios de saldo con tierras que antes beneficiaban a todos. La Iglesia, aunque se revolvió y llegó a excomulgar a quienes adquirieran tierras de su propiedad, no salió malparada pues consiguió que el Estado asumiese su mantenimiento (tal como todavía hoy sucede).
Los que sí quedaron en una lamentable situación fueron los campesinos sin tierra, ya que ahí está el origen de su proletarización o de la masa de jornaleros, braceros y yunteros con que se llegará al siglo XX. La prueba de que la situación social empeoró de inmediato es que es precisamente a mediados del XIX, en pleno proceso desamortizador y al compás de alguna de las guerras carlistas, cuando se creó la Guardia Civil, una fuerza al servicio de los propietarios cuya misión no será otra mantener el orden tradicional en la España rural.
La lucha por la tierra y por la mejora de las condiciones de vida se extiende desde ese tiempo hasta la llegada de la República. En medio, procesos revolucionarios abortados, la primera república, que no duró ni dos años y un montaje llamado Restauración por el que, además de restaurar la monarquía, se quiso simular que aquí había elecciones libres y partidos que se turnaban (como en Inglaterra). Se trata de la época dorada del caciquismo y de la extensión a nivel nacional de las redes clientelares y de la corrupción. Este sistema se prolongará durante el reinado de Alfonso XIII y subsistirá finalmente gracias al golpe militar de Primo de Rivera de 1923.
 La Segunda República
De ahí, de este largo desgaste de más de medio siglo, viene que la República fuera tan bien recibida en 1931. Además, desde finales de s. XIX, con la ampliación de las libertades políticas y sindicales, se había creado un tejido social (las Casas del Pueblo, los Ateneos) que será básico para el funcionamiento de la República. En una región como Extremadura el gran sueño de la mayoría no era otro que la reforma agraria que debía de llevar un poco de justicia a un mundo donde tal palabra era patrimonio de una minoría que era la que controlaba el poder y la riqueza.
El primer contratiempo fuerte que tuvo que afrontar esta minoría en 1931 fue perder el control de los ayuntamientos, que pasaron en su mayor parte a manos de republicanos y socialistas. Esto, para una derecha acostumbrada a controlar el poder local como si fuera una tradición o un derecho adquirido, resultaba casi una afrenta. Podemos imaginar lo que pensarían al ver sentados en el salón de plenos a obreros con los que hasta entonces solo habían tenido relaciones laborales. Ese ascenso del mundo del trabajo a la cumbre del poder local no era fácilmente asimilable para muchos.
El segundo contratiempo vino del Ministerio de Trabajo que dirigía Largo Caballero y fue nada menos que la jornada laboral de 8 horas, con lo que esto suponía para las horas extras, y el decreto de laboreo forzoso, que obligaba a los propietarios a poner en cultivo tierras abandonadas. Para valorar la importancia de la tierra en el mercado de trabajo bastará con decir que el 90% de los jornales giraba en torno a ella.
Por su parte el Gobierno aprobó una ley de reforma agraria de carácter reformista que tardó demasiado en poner en marcha y a la que faltaron los medios y fondos que la empresa requería. A medida que la izquierda mostró su incapacidad para llevar a efecto una ley de este calado, la derecha fue envalentonándose, organizándose y adquiriendo experiencia en boicotear todo lo que llegaba de arriba (actitud que puede resumirse en el “acato pero no cumplo”).
Las elecciones de noviembre de 1933, que dieron la victoria a la derecha, pusieron fin al primer bienio republicano y, con él, a la débil y fugaz experiencia de la reforma agraria. La derecha no tardó en endurecerse y en iniciar una verdadera contrarreforma agraria, que fue pareja a la recuperación de decenas de ayuntamientos con el pretexto de la comisión de irregularidades administrativas. El empeoramiento de la situación en el campo dio lugar a la huelga general campesina de junio de 1934 y la entrada de la extrema derecha antirrepublicana en el gobierno provocó la huelga general revolucionaria de octubre de ese mismo año. Ambas fueron sofocadas violentamente. Pero observemos que, para acabar con la segunda, concretamente con la revolución de Asturias, la derecha recurrió a Franco, a Yagüe y al ejército de África. He aquí el antecedente de lo que ocurrirá en julio del 36.
En estas circunstancias se entiende que las elecciones de febrero de 1936 se convirtieran en el gran plebiscito que todo debía decidir. Y así fue como la izquierda acudió agrupada en el Frente Popular y ganó las elecciones. La particularidad de esta victoria y del programa entre cuyos puntos iba la reforma agraria es que en esta ocasión fueron los campesinos, la poderosa Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, los que decidieron llevar la iniciativa y animar así al gobierno a que cumpliera el programa.
También destacó otro hecho: la región más avanzada en esta lucha fue Extremadura, en cuya provincia de Badajoz el 25 de marzo de 1936, de madrugada, tuvo lugar un hecho histórico: miles de campesinos invadieron tres mil fincas indicando así al Gobierno cuál era el camino a seguir. Al mismo tiempo la izquierda había recuperado los ayuntamientos y orientó sus esfuerzos en poner de acuerdo a los gobernadores civiles con los técnicos del Instituto de Reforma Agraria y con los delegados de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. Fue así como, por fin, en la primavera de 1936 se puso verdaderamente en marcha la reforma agraria, que –insisto– siempre tuvo carácter reformista (respectaba parte de la propiedad, compensaba lo expropiado, tenía en cuenta circunstancias especiales, etc.).
 El golpe militar y la represión
La siguiente secuencia de esta historia que estoy contando nos lleva al verano, a julio del 36. Miles de campesinos habían sido ya asentados en tierras que les han sido cedidas por el Instituto de Reforma Agraria y han obtenido créditos para la adquisición de aperos, semillas, abonos, etc. Se encuentran trabajando a tope y son muchas las tierras, antes abandonadas por sus propietarios, que ahora se encuentran ya transformadas y en actividad. La noticia del golpe militar, que circuló por el país en la mañana del sábado 18 de julio, cogió a la gente en plena faena de verano. Los campesinos de Badajoz estaban disfrutando por fin de su viejo sueño y no estaban dispuestos a perderlo.
De inmediato los partidos del Frente Popular, republicanos, socialistas y comunistas, organizaron comités encargados de afrontar la nueva situación. Llama la atención la eficacia que dichos comités desplegaron en tareas de organización, control y vigilancia, almacenamientos de provisiones, etc. Siguiendo instrucciones del Gobierno Civil la derecha fue desarmada de inmediato y sus miembros más señalados fueron detenidos. Esto supuso en la región la detención de varios miles de personas, la mayor parte de los cuales no sufrió daño alguno. Es sabido que la provincia de Cáceres cayó en poder de los golpistas desde el primer momento casi por completo y que la de Badajoz controló el golpe y se dispuso a defenderse.
En los primeros días de agosto tres potentes columnas fascistas salieron de Sevilla en dirección a Madrid, donde llegarían tres meses después. Quiero decir con esto que no fue ningún paseo militar. Sobre todo teniendo en cuenta que unos eran las fuerzas de choque del ejército y otros campesinos mal armados y sin formación militar. De hecho, la base para la formación de las milicias que defendieron Badajoz y la provincia no fue otra que la Federación Nacional Trabajadores de la Tierra.
El sistema de avance de los golpistas siempre fue el mismo: bombardeo previo desde aire o tierra, moros y legionarios en vanguardia, ocupación tipo razzia, detenciones, saqueos y ejecuciones de carácter ejemplarizante. A veces, en Zafra por ejemplo, la fuerza exigía la entrega de un porcentaje (un 1% de la población) e iba sembrando de cadáveres la ruta hacia el pueblo siguiente; en otros casos se escogía una cifra simbólica: en Villafranca asesinan para empezar a 56 personas, el número de derechistas presos en la sacristía. Pero lo repito, en esta etapa, salvo algunas excepciones en que se producen algunas víctimas (Fuente de Cantos, por ejemplo), los derechistas son encontrados con vida. Otras veces, como en Almendralejo, los muertos (28) se producen en el momento de la ocupación. En otras ocasiones, como en Azuaga, son choques con la Guardia Civil, verdadera avanzadilla de la sublevación en todos sitios, los que provocan las primeras víctimas.
¿Cuántas víctimas causó el llamado terror rojo? Casi en su totalidad murieron en Badajoz y cabe cifrarlos en torno a 1.500 personas. En su mayor parte estos crímenes ocurrieron en la zona este de la provincia (La Serena, Siberia y parte de la Campiña Sur) y una vez que se tuvo noticia del modo de actuar de las fuerzas de Asensio, Castejón, Tella y Yagüe. De hecho, parte de esta violencia cabe adjudicarla a personas que pasaron a esa zona este huyendo del terror fascista de la otra. Era la cadena de violencia que buscaban los golpistas para justificar sus actos.
La represión franquista, por el contrario, tiene unas características que nos permite hablar de genocidio por causas políticas. El norte de África y el suroeste quedaron marcados por ser la ruta elegida para el ejército de Franco. El golpe se produce el 17 en la zona colonial y el 18 se traslada a la península instalándose en la ruta Cádiz, Algeciras, Jerez de la Frontera y Sevilla, que se convierte en centro de operaciones.
Desde el primer momento los golpistas ponen en práctica un plan de exterminio que acaba con la vida de cientos de personas allí por donde pasan. Y una vez que se han marchado las columnas, las fuerzas vivas locales continúan la purga bajo la dirección de la Guardia Civil hasta febrero de 1937, en que la maquinaria judicial militar se pone en marcha con los consejos de guerra para depurar lo que queda. El final de la guerra en abril del 39 no trae cambio alguno sino que por el contrario, en medio de una Europa a la que la Alemania nazi encamina ya hacia la guerra, la represión sigue como si nada hubiera pasado.
 Conclusiones
Estamos pues ante un ciclo represivo que va de 1936 a 1943, si bien sus coletazos no terminan hasta los primeros años 50. Casi veinte años, primero el terror del golpe, luego la represión, después los años del hambre, el achuchón represivo de fines de los cuarenta… En realidad así se podría seguir hasta que, a causa de los cambios económicos tras el fracaso de la autarquía fascista (acuerdos con EEUU y Plan de Estabilización), se abre la puerta de la emigración y la gente puede pensar en rehacer sus vidas escapando de esas ollas a presión en que el franquismo había convertido los pueblos.
Según las investigaciones realizadas hasta la fecha la represión fascista en Extremadura afectó a más de 12.000 personas, unas 2.000 en Cáceres y unas 10.000 en Badajoz. Pero estas son cifras provisionales mínimas. Hay documentación del 36 que aún no hemos podido ver y hay documentos que los militares aún consideran secretos. Si además de esas 12.000 personas asesinadas tuviéramos en cuenta a los que pasaron por los tribunales militares y fueron condenados a prisión o a los que fueron condenados a pagar multas por los Tribunales de Responsabilidades Políticas la cifra de afectados por las diferentes modalidades represivas se triplicaría. Si pensamos en sus familias obtendríamos la geografía del sufrimiento, en la que sin duda hay que incluir a un alto porcentaje de la población extremeña. Y si además tuviésemos en cuenta el exilio y contásemos a los que tuvieron que emigrar en los 50 y 60 estaríamos sin duda ante el mayor proceso represivo sufrido por Extremadura en la época contemporánea, en la que sin duda hay que incluir un alto porcentaje de sus habitantes, que por casos que conocemos debió rondar un tercio de la población. La sensación que da es que se quiso borrar a Extremadura del mapa, como de hecho confirma la existencia de algunos mapas de la época en que de Castilla se pasaba a Andalucía.
¿Contra qué fueron los fascistas en Extremadura? Fueron contra todo lo que tuviera relación con la experiencia republicana, contra alcaldes y concejales, contra el movimiento sindical, contra los partidos políticos del Frente Popular, contra la clase media progresista y, sobre todo, contra todos los que de una forma u otra tomaron parte en la Reforma Agraria.
Como dije antes en España no hubo reforma agraria revolucionaria pero, sin embargo, sí hubo Contrarrevolución Agraria a medida que las columnas ocupaban el territorio. Miles de jornaleros fueron asesinados y las tierras devueltas a sus dueños con las mejoras realizadas. A partir de entonces el campo extremeño entró en el período más negro de su historia, que a su vez fue para algunos una época dorada para la acumulación de capital.
La venganza sobre los hombres que habían osado poner la propiedad al servicio de la mayoría fue inacabable y terrible. Pondré solo un ejemplo: el que fue alcalde de Ribera del Fresno, Ignacio Caña Exojo, uno de los responsables de la Reforma Agraria a nivel provincial, fue apresado al final de la guerra y condenado a muerte en Mérida. Pero se le reservó una muerte especial: fue asesinado a garrote vil en una plaza de la ciudad. Al espectáculo acudieron incluso derechistas de su pueblo que se desplazaron en varios coches a la ciudad.
No quiero terminar sin hablar de la mujer. No vaya a creerse que los fascistas aplicaron con las mujeres otro baremo diferente al que usaron con los hombres. Solo daré un dato: actualmente tenemos constancia de que solo en Badajoz, Huelva y Sevilla fueron asesinadas un mínimo de 1.500 mujeres. En vano se buscará nada parecido cuando esas provincias eran aún republicanas (estamos como siempre ante casos aislados en modo alguno comparables a esta masacre). ¿A quiénes mataron? A las mujeres más activas y conscientes, a las maestras más comprometidas (aquí intervino activamente la Iglesia), a algunas de las que guardaban algún parentesco con izquierdistas que se les escaparon y a las que protestaron y se rebelaron abiertamente contra la desaparición de sus familiares. Hubo casos en que desaparecieron familias enteras, sobre todo si tenemos en cuenta que también se asesinó a menores.
Concluyo ya recordando que todo esto que cuento fue ocultado por la dictadura y silenciado durante la transición. El esfuerzo para reconstruir lo ocurrido ha sido largo y trabajoso y aún no ha concluido. Parte de ese silencio y de estas dificultades se consiguieron obligando a la gente a emigrar. Estoy convencido de buena parte de la historia de Extremadura se fue a Alemania, Francia o Suiza o a Madrid, el País Vasco y por supuesto aquí a Cataluña y especialmente a Cataluña, a ciudades como esta que hoy nos acoge.
O sea que en definitiva lo que yo he hecho al venir aquí hoy es traer la historia allí donde la historia se fue, es decir, dirigirme a los hijos y nietos de aquellos extremeños que aún yacen en las cunetas, que tienen el mérito de haberse liberado del yugo que oprimió a las generaciones anteriores y de haber logrado rehacer sus vidas y las de sus hijos.

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